domingo, 7 de febrero de 2010

La clase

Laurent Cantet, La clase, Francia (2008)


Aula y proceso de enseñanza-aprendizaje

En España no se da aún la diversidad cultural y racial que se da en los institutos de los suburbios parisinos. No obstante, sí hay barrios en los que puede darse esta diversidad. Algunos de los problemas que plantea tienen que ver con esta diversidad. Por ejemplo, las dificultades que tiene el estudiante chino de expresarse en francés… Y la inminente expulsión de su madre. Finalmente sí parece que el alumno domina el idioma.
Otro problema importante relacionado con la diversidad de la clase es la falta de respeto que muestran los alumnos por el origen de sus compañeros. Esto no se da en el mismo grado en todos los estudiantes.
La película también trata la indisciplina, la falta de respeto y el cambio en la actitud provocado por los cambios propios de la adolescencia, acentuado quizás por la diversidad racial, como por ejemplo, la discusión que surge a la hora de poner nombres para las oraciones en la clase de lengua, que genera un debate relacionado con la discriminación, con que el profesor solamente daba ejemplos con nombres de “blancos”. Lo cierto es que este problema sí consigue solucionarse en algún caso. Por supuesto, no en todos, y Esmeralda, la delegada, es un buen ejemplo.
Finalmente y en general, la película trata una cuestión crucial: la dificultad de los profesores de transmitir a sus alumnos un conocimiento que ven esencial para su desarrollo. Es muy significativa la escena en la que una alumna, al final del curso, se acerca al profesor y le dice que ella no ha aprendido nada, y que no le ve sentido alguno a lo que hacen durante 9 meses en el instituto.


Figura del docente

Desde mi punto de vista, sí es un buen profesor. Comete sus errores, como cualquier persona, pero ante todo se preocupa, y mucho, por sus alumnos. Se desvive por ellos defendiéndolos antes los otros profesores, intentando que se sientan respetados y confíen en sí mismos, escuchándoles. Un buen ejemplo es su actitud hacia el alumno de Mali, Souleymane: cuando éste necesita un empujón, el profesor le anima a exponer sus fotos.
El profesor siempre intenta mantener un orden con firmeza, pero respetando a sus alumnos. Les escucha y les anima a expresarse, procurando siempre que esto se haga respetando y sin descalificar. Esto, por supuesto, no es nada fácil, y algunos alumnos se pasan las clases insultando a sus compañeros.
En mi opinión sí da buen resultado su metodología. Finalmente un alumno es expulsado y una alumna le dice al final del curso que no ha aprendido nada, pero la educación de estos alumnos no depende únicamente de la metodología de un solo profesor: la familia, la sociedad, el resto de profesores… Dentro de sus límites de actuación, la metodología de este profesor sí da resultado. Los alumnos aprenden más de los profesores a los que respetan, y este profesor se ha ganado su respeto a base de honestidad y demostrando que su preocupación por ellos va más allá de la profesionalidad.
François no ve con buenos ojos las propuestas de lectura del profesor de Historia. ¿Puede deberse esto a que son lecturas típicas que aburren a los alumnos y finalmente no les enseñan nada? Creo que, respecto a las tareas, este profesor se diferencia de los otros en que quiere enseñar a sus alumnos con materiales que no les sean ajenos y que les digan algo, leer obras clásicas de la literatura tienen su evidente valor, pero en esta situación, con estos chicos, en plena etapa de ebullición, probablemente no les diga mucho leer obras tan lejanas como complejas, porque si tenían problemas a la hora de conjugar verbos, aún tendrían más si tuvieran que leer a Rousseau o a Sartre.


Alumnos adolescentes

Esmeralda es una chica muy inteligente con dotes de liderazgo. Dada su capacidad, puede permitirse molestar al profesor en clase y así boicotear la clase. Para ella es un juego y un desafío a la autoridad del profesor. Una vez que dice que ha leído La República de Platón se puede ver que sus necesidades no son satisfechas por la escuela. De hecho, ella en la escuela no ha aprendido nada; de lo que ha aprendido en el curso se le ha quedado tan sólo el libro del filósofo griego.
Es posible que el profesor no haya trabajado correctamente con ella: por un lado, en todo el curso no consigue que deje de molestar y, por otro, no satisface sus necesidades. Creo que se trata de una labor colectiva. François tiene una responsabilidad por ser su tutor, pero las medidas educativas a tomar con esta alumna deben ser discutidas y llevadas a cabo por todos sus profesores, para que así sean efectivas. Podría ser una solución recomendarle material que le sirva de ampliación, evitar que se aburra en clase y que, por ello, lo pague con sus compañeros con una capacidad más baja o problemas de aprendizaje por diversas causas. Si hay que tener en cuenta las dificultades de idioma de un alumno, no hay que olvidarse tampoco de una alumna que resulta estar por encima de la media… Por ella, y por sus compañeros, a los que molesta continuamente.
A mí la idea de François de animar a Souleymane a exponer sus fotos me parece muy buena. Sin embargo, el alumno no termina de encontrar su sitio en la clase, y termina reaccionando violentamente –lo que, finalmente, provoca su expulsión-. Esmeralda es la delegada de la clase, y quizás no sería mala idea aprovechar su liderazgo, así como la buena fe de sus amigos y compañeros, para hacerle sentirse más seguro dentro de su grupo.


Familias

La relación de las familias con el instituto parece la normal: reuniones con el tutor, en su caso reuniones con los consejos disciplinarios, y poco más. Hay centros y centros: en unos apenas es necesaria la colaboración entre familia e instituto porque se dan las condiciones necesarias para el correcto desarrollo del adolescente, y en otros esta colaboración es imprescindible. Por un lado, colaboración para ayudar al alumno en su aprendizaje y tener en cuenta sus gustos e intereses para hacer del proceso algo efectivo. Por otro lado, el profesor debe conocer en la medida de lo posible el contexto en el que vive el alumno, sus carencias y con lo que disfruta; este es el único modo de entender cómo funciona su cabeza, comprender sus reacciones y así actuar para mejorar su actitud, su relación con los alumnos y los profesores, y su aprendizaje.


El cine como recurso didáctico

El cine si es desde mi punto de vista un buen recurso didáctico, ya que al igual que las imágenes es un vehículo ilustrador de la palabra, de la teoría. Esto en la adolescencia es un arma a favor del profesor, siempre y cuando, sepa elegir un tipo de cine según el tipo de alumnos. No es lo mismo la película que puedes proyectar a unos alumnos de la ESO que a unos alumnos de Bachillerato, ya que el nivel no sólo de madurez, sino de motivación es diferente.
El cine es un buen elemento sin duda para utilizar en el aula, ya que por ejemplo, desde películas biográficas se puede dar a conocer la vida de un personaje importante a resaltar, y es mucho menos aburrido que escuchar una lección teórica.
Además no solamente supone un recurso mientras se ve, sino que se puede seguir utilizando después de su visionado, cuando ya el alumno ha adquirido casi sin querer los conocimientos, a partir de comentarios y reflexiones que ayuden a consolidarlos.
Esta película sería buena a la hora de mostrar a los alumnos cómo se ve desde fuera una clase donde por cualquier cosa hay una excusa para discutir, ya que quizás esto sirviera para hacerles ver que una actitud parecida no es la adecuada, y así que ellos mismos reflexionaran sobre su propia actitud en clase, y si se sienten o no identificados con el tipo de alumnos de la película.



Eloísa y Ramón

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